Ella nos mira desde arriba, viéndonos pasar.
Y su desdicha es la memoria de recordar quién ya no está.
Enamorada cada día, busca lugares que admirar,
y es que no puede moverse sin desolar a los demás.
Veo que sigue inerte la vieja luna, la vieja luna.
Veo que sigue inerte la vieja luna, la vieja luna.
Desde antaño guarda oculta su triste realidad, cuida este amor de lejos en profunda soledad.
Veo que sigue inerte la vieja luna, la vieja luna.
Veo que sigue inerte la vieja luna, la vieja luna.
Y por la noche, noche, descubre toda su luz, ve brillar su vida la que tanto ansía. Y por la noche,
noche, descubre toda su luz, sin alzar la vista a la tierra admira.
Veo que sigue inerte la vieja luna, la vieja luna.
Veo que sigue inerte la vieja luna, la vieja luna.
Y sin moverse la vieja luna, la vieja luna,
de amor padece la vieja luna, la vieja luna.