Si no te ha mudado el nombre,
María sé que te llamas,
María y siempre María,
María y no me respondes,
Dulce como el caramelo,
todas las Marías son,
y yo como soy goloso,
por una María muero,
Como la mata del trigo,
María te estas criando,
y yo te estoy esperando,
para casarme contigo,
Por encima de la parra,
y allá va la despedida,
quédate con Dios María,
que me llevo la guitarra,
porque la guitarra es mía