Ensayar es de cobardes

Todo está yendo muy deprisa,
las piezas vuelven encajar,
un achuchón y una sonrisa,
cuando llegamos al local,
si nos bebemos diez cervezas
es imposible tocar mal,
la progresión de los acordes,
la melodía del final,
y aquel arreglo misterioso,
el ritmo de bombo y timbal,
la pandereta que robamos,
en el bolo del Sidecar,
el cigarrillo de la broma,
el chiste que no sé contar,
y yo me estoy dejando barba,
y tú te quejas del chaval,
y si la moto no te arranca,
llegarás tarde al hospital,
todos se van y aquí me quedo,
tengo las llaves del local.