No sé cuándo fue
que me encerré en esta jaula de oro,
coche, hijos y mujer,
la hipoteca a fin de mes,
un triste sudario prêt-à-porter.
Tú debes saber
cómo se cortan las cadenas,
las esposas y también
los grilletes de los pies,
mas mi mente es mi prisión, ya lo sé.
Siempre quise ser Elwood y Jake,
reunir la banda y echar luego a correr.
Siempre quise ver el mundo a través
de gafas de sol al anochecer.
Quiero vestir traje negro, tres botones,
y de nuevo respirar
el riesgo y la libertad
de moverme de aquí para allá.
Siempre tuve fe, aunque cueste de creer,
en una misión como la de Elwood y Jake.