En plena descomposición del estado de la nación,
tal vez me baje en la próxima estación.
En vista del esperpento y que me importa todo un pimiento,
voy a mandarlo todo a tomar viento.
Las mentiras se convierten en verdad,
por obra y gracia de una autoridad (que no me representa ya).
Nos hundimos y no es la primera vez,
la historia se repite sin parar.
No hay otra solución para el estado de la nación,
demolición, patada y abolición,
y sin pedir perdón al estado de la nación,
regresaré a mis discos de rock&roll.
Y si viajo por el mundo, el desastre es tan rotundo
que no contemplo un final feliz.
Maldigo a los gobiernos, a los obispos y a los cerdos,
porque hay chorizos para repartir.
¿Cómo puede una persona descansar
después de machacar a los demás? (no me representas ya).
¿Cómo vais a vuestros hijos educar
a base de avaricia y de maldad?